Análisis de complejidad
El análisis de complejidad combina dos análisis ABC y resalta los valores en la intersección de los dos criterios de medición. En el análisis ABC, los elementos se agrupan en tres categorías.
Por ejemplo, es posible clasificar los productos que generan más de unos determinados ingresos cada año como productos A, y los que generan menos como productos C. Los productos B son aquellos que generan menos que los productos A, pero más que los productos C. De forma similar, es posible clasificar a los clientes que compran más unidades como clientes A y a los que compran menos como clientes C.
El análisis de complejidad compara dos categorías, como productos y clientes, y dos medidas. Las medidas se denominan Cobertura y Cantidad.
Por ejemplo, Cobertura puede corresponder a Ingresos y Cantidad puede corresponder a Unidades. En ese caso, puede utilizar el análisis de complejidad para identificar a los clientes que compran menos unidades y de los que se obtienen menos ingresos.
Esto se puede utilizar, por ejemplo, para determinar qué clientes compran pequeñas cantidades de productos con un bajo uso anual en dólares. Para estos pedidos, los costes de manipulación son mayores que para menos pedidos de grandes cantidades.